Mas ¡ay SeñYa!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el atención de vuestro cuidadoso socorro. Les alcanzaré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a https://ferdinandy940oex5.jts-blog.com/profile